Usos económicos y cultivo
La madera de araucaria es compacta, liviana, fácil de trabajar y de un color blanco amarillento; por eso es muy cotizada para labores de construcción y carpintería; antiguamente los troncos rectos y cilíndricos se empleaban en la fabricación de mástiles para embarcaciones. En la actualidad está protegido en grandes zonas de parques nacionales en Argentina, y está prohibido talar esta especie en Chile, pues fue declarada Monumento Natural de Chile, pero incendios forestales hacen peligrar su existencia.
Las semillas, llamadas piñones, son comestibles y tienen alto valor nutricional. Constituyen la base de la dieta de los pehuenches.
Es un árbol de jardín muy popular, plantado por su exótico efecto de sus ramas anchas 'reptilianas' con una gran apariencia simétrica. Prefiere climas oceánicos con abundante lluvia, tolera temperaturas de hasta −20 °C. Es por mucho el miembro más resistente del género, y puede crecer bien en Europa occidental (al norte en las Islas Feroe y Ålesund[1] en Noruega occidental), la costa oeste de Norte América (al norte en Islas de la Reina Carlota en Canadá) y localmente en la costa este de la misma manera, y en Nueva Zelanda y Australia, también se desarrolla bien en la costa norte de España (Cantabria).[2] Es tolerante del spray salino costero, pero le afecta la polución.
Este árbol tiene un potencial como cultivo alimenticio en otras áreas en el futuro, prosperando en climas con veranos oceánicos frescos (ej. Escocia occidental) donde otros cultivos de nueces no crecen bien, ya que los conos se caen la cosecha es fácil. El árbol sin embargo no produce semillas hasta 30-40 años de edad, lo que desanima la inversión en plantaciones de huertas productivas (sin embargo la producción en la madurez puede ser inmensa); una vez establecida tiene la posibilidad de vivir tanto como 1000 años (Gymnosperm Database).
Semillas Antiguas Incas