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martes, 14 de febrero de 2012

PITAYA


FRUTA DEL DRAGÓN

Se conoce como Pitahaya, Pitaya o Fruta del dragón a la fruta de las especies Hylocereus y Selenicereus, de la familia de Cactaceae, proveniente de América Central. Los principales productores mundiales son Nicaragua, la República Popular China, Vietnam ,Colombia e Israel.

PROPIEDADES

La pulpa de la fruta del dragón contiene pequeñas semillas negras. Su aroma se pierde cuando se calienta.

El color exterior es rojo/rosa o amarillo. Las pitahayas amarillas son más caras, dado que no se cultivan tan a menudo. Las pitahayas rojas tienen una pulpa de color blanco o rojo, las de pulpa roja son más difíciles de cultivar y por ello menos frecuentes, si bien su sabor es más intenso que el de la pitahaya de pulpa blanca.

Las pitahayas son sensibles a la presión y por ello difícil de transportar. En Europa es posible encontrar la fruta de Centroamérica en los supermercados europeos entre julio y diciembre, y de Vietnam entre enero y junio. Las frutas provenientes de Tailandia llegan por avión durante todo el año.

El 90% de la fruta está compuesto de agua y es rica en hierro, calcio y fósforo. Su valor nutricional es de 210 kJ/100 g, y contiene vitamina B, C y E.


LA PITAYA OBSTACULIZA EL PASO DE LA GLUCOSA A LA SANGRE

La pitaya de mayo, una cactácea representativa de la Mixteca baja oaxaqueña, contiene propiedades que ayudan a un mejor control de la glucosa.
  
México.- Con respaldo en un proyecto de investigación que inició en 1998, el académico del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapala, Miguel Ángel Armella, explicó que junto con la jiotilla (Escontría chiotilla) y el xoconostle dulce (S. stellatus), la pitaya (Stenocereus proinosu) contiene propiedades que pueden ser benéficas para personas con diabetes.

   
“Las tres son cactáceas y comparten muchas similitudes y propiedades. En el caso de la pitaya, de acuerdo a lo que hemos investigado, adsorbe los derivados de la glucosa o la misma sustancia en la gente; es decir, ayuda no tanto a reducir los niveles pero sí a evitar que entre al torrente sanguíneo, ya que en el tracto digestivo se adhiere a las películas de la glucosa y eso hace que sea más complicada la absorción en el cuerpo, entonces aunque no hay una molécula o elemento que reaccione directamente, sí hay un efecto que impacta de manera positiva”, mencionó.
   
Dicha adsorción se da porque la pitaya contiene fibras que se quedan con la glucosa e impiden que la cantidad original que se consume quede totalmente en el cuerpo.
  
Agregó que en los casos de la pitaya y la jiotilla, el color rojo que poseen se debe a la molécula betalaína, la cual ha demostrado tener propiedades antioxidantes, situación que también ayuda al organismo humano.


Además, los tres frutos contienen alto porcentaje de vitamina C, al nivel de cualquier cítrico, por lo que son útiles para enfrentar a las enfermedades respiratorias.
 
 “Empezamos con estudios básicos, descubrimos la zona pitayera y comenzamos a trabajar gradualmente, a involucrar a los vecinos, ver cómo se encontraban en la región; llamamos a los productores y después de 14 temporadas tenemos varios retos por delante”, puntualizó.

Entre estos resaltan concretar la industrialización del fruto, alargar la vida en anaquel de la pitaya y mantener su cultivo de forma orgánica.

 “En Oaxaca han impulsado la siembra con créditos y se está tratando de hacer lo mismo con el sistema de exportación de la pitaya. Eso es bueno porque es un producto nativo que puede encontrar mercado en Estados Unidos, Europa, en el Oriente; entonces, si logramos una agroindustra estructurada y confiable podemos hablar de puntos de exportación”, añadió.

De igual forma, el equipo de trabajo busca alargar la vida en anaquel del fruto, ya que actualmente tiene una duración de 4 a 5 días pero, de acuerdo a sus estudios, en refrigeración podría ser de hasta los 12 días.

“También queremos que los cultivos se mantengan orgánicos, que no sea necesaria la aplicación de agente químicos, porque eso le da un plus a la producción y podemos llegar más rápido al mercado ya mencionado”.

La zona en donde se desenvuelve la investigación se ubica entre los municipios de Huajuapan de León, Oaxaca, y Tehuacán, Puebla, e intervienen en un total de 35 comunidades que conforman 874 hectáreas de producción.

De estas se obtiene una producción anual de pitaya de 600 toneladas y su costo oscila entre los 15 y 40 pesos por kilo.

 “El fruto es muy socorrido en la dieta mixteca, ya que es un buen aporte de agua, principalmente en mayo cuando se cosecha y es época de calor, además lo utilizan para hacer bolis (congeladas), postres y mermeladas”, detalló el investigador.

En los 14 años que lleva el proyecto se ha involucrado la investigadora de la UAM-I, María de Lourdes Yáñez López, además de una veintena de académicos de la misma institución, y gracias a su aporte se ha logrado la publicación del libro “Estudio de tres cactáceas de la Mixteca baja”.